Atrio

Como ya sabeis Atrio (Plaza de San Mateo 1, Cáceres) es el restaurante más estrellado de la constelación extremeña. Está en el nº 15 del ranking español 2014 con dos estrellas michelín. Si este restaurante fuera francés pasaría la tercera de largo. De año en año hay que darse una vuelta para ver cómo evoluciona el concepto de José y Toño.

Empezaré despacio. José Polo y Toño Perez, su historia empieza hace 28 años. El primero es el culpable de la impresionante carta de vinos de este restaurante que entre otros numerosos premios internacionales está el Gran Award Winners que concede la prestigiosa revista Wine Spectator. Toño es el alma de la cocina, una cocina creativa basada en productos de temporada y muy especialmente los extremeños.

Se han trasladado a un bonito edificio patrimonio de la humanidad, pared con pared al Parador de Cáceres. El trato es exquisito, a José le gusta saludar a todos los comensales e intercambiar algunas palabras, casi siempre ofrece una visita a la niña de sus ojos, la bodega de Atrio, donde se esconde una de las mejores colecciones de vino del mundo.

La bodega

Además de las botellas que se espera que estén podremos encontrar: 34 añadas diferentes de Vega Sicilia, siendo la de 1918 la más antigua; 14 de Imperial; 22 de Haut Brion; 24 de Margaux; 28 de Latour; 24 de Lafite; 23 de Petrus (desde los 12.000 euros el más caro a 1.100 el más barato); 12 de Romanée-Conti; 10 de La Tache. Pero la joya de la corona es la colección Château d’Yquem, 71 añadas diferentes. La más antigua es de 1806 época napoleónica y su último precio conocido en 2008 es de 150.000 euros. Una botella reconstruida después de un accidentada historia. En total 32.000 botellas con más de 3.000 referencias diferentes.

Después de la comida fuimos invitados a visitarla, en el sótano, un habitáculo estanco a 24º en forma de capilla, una visita guiada con verdaderas joyas dignas de un museo.

La comida

A Toño, premio nacional de gastronomía 1998, le gusta estar entre fogones, solo una salida postrera para saludar a las mesas e interesarse por cuál fue el plato de la noche que causó sensación. En mi caso fue el postre "trompe-l'oeil" de la falsa cereza. 

El patio interior es muy agradable. Ahí en la mesa del fondo nos tocó.

Estuvimos dos y probamos el menú degustación de 2012, los platos no los voy a comentar porque el criterio para puntuarlos u opinarlos es muy relativo, solo por cómo suenan dan ganas de comérselos, ahí os dejo el menú completo.

• Macarrón de apio con paté de caza
• Crema de calabaza, castañas y curri con manjar de almendras, boletus, pipas y tirabeques
• Capucino de foie, crujiente de maíz, boletus y café
• Carpaccio de gamba roja con crema agria y caviar iraní 
• Oreja de cerdo ibérico con calamar, curri, soja y tirabeques
• Crujiente de careta de cerdo, cigalas y consomé cremoso de ave
• Lubina acompañada de setas, algas, trufa y un cremoso de mar
• Pluma ibérica con melocotones salteados y foie
• Torta del Casar (natural y su helado) acompañada de un cremoso de membrillo y aceite de vainilla
• Sorbete de albahaca con tierra de lima-limón. 
• Crema de tocinillo de cielo con helado de yogur, tierra de cacao y aire de coco

Como comentaba antes, lugar especial al "Trampantojo de gelatina de cereza, rabito de chocolate negro y huesos de chocolate blanco". Como veis la composición de este postre es impecable además de lo rico que está.

Aquí tenéis también la factura de recuerdo.