Las entrañables películas de Paco Martinez Soria (PMS)

He aquí las películas de Paco Martinez Soria que nos han obligado a ver nuestros padres y abuelos alguna vez. Como las hemos tenido que ver "obligados" sé que no conocéis de memoria cada una, por lo cual en este post os damos una orientación en el caso de que tengáis la necesidad inminente de consultarlas alguna vez. 

Nota: Solo se muestran las de su última etapa desde el 66 hasta ahora ya que las anteriores no fueron elemento de tortura tan habitual.

El actor cómico Fermín Recuero recibe la insólita propuesta de hacerse pasar por la multimillonaria brasileña doña Lucia Castelo. Resulta que la presencia de doña Lucia es necesaria para que se celebre la boda de su sobrino, Carlos, amigo de Fermín, con la hija de don Servando Becerra. Visto que la mujer no aparece, se adopta la solución de urgencia de utilizar al actor como su sustituto. Lo que todos ignoran es que la verdadera tía de Carlos hace tiempo que llegó a la península, y no quiere delatar su presencia hasta convencerse que su sobrino es digno de ser su heredero.


Pedro y Lucas son dos hermanos que han seguido caminos muy distintos. Lucas está casado con Mariana, la propietaria de una pequeña tienda de comestibles, en la él que trabaja como mozo de carga. Pedro, aunque su mujer es muy tacaña, vive como un duque porque se ha inventado un hijo natural que vive en Madrid. Con el pretexto de mantenerlo consigue de su mujer todo el dinero que quiere.


Ramón y Socorro son los propietarios de una taberna en Madrid. Su hijo Carlos se encuentra en México, donde va a contraer matrimonio con Gloria, la hija de un importante hombre de negocios. Cuando el matrimonio viaja a México para asistir a la boda, Ramón descubre con sorpresa que en ese país existe el divorcio.


Juan Esteban, un contable de sesenta y cinco años, recibe con alegría la noticia de que va a ser padre de nuevo. Pero, cuando se dispone a pedir un aumento de sueldo en la oficina donde trabaja desde hace cuarenta años, le comunican que van a jubilarlo. Pero él, que se siente todavía joven, no se resigna y, lleno de optimismo, decide buscar otro trabajo.

Don Juan Alcántara, que de boticario de pueblo se convirtió en financiero, está arruinado. No se atreve a confesárselo a la familia, ya que la opinión unánime de cuantos le conocen es de que es un calzonazos. Su falta de carácter es remediada por su médico, que le facilita la receta para que todos le obedezcan: fingir que padece crisis de locura y que si se le llevan la contraria puede llegar al homicidio.


Don Mariano Rubiales, dueño de una empresa de transportes, se casa a los 60 años con Gloria, en espera de que ésta le de un heredero que se haga cargo de su negocio. El heredero no llega, pero, a cambio, a Mariano le aparece un hija, Juanita, de 18 años, fruto de un desliz de juventud.


Leandro es un viudo de sesenta y cinco años que vive alternativamente en casa de su hija y de su hijo, ambos casados. Su situación personal y familiar genera en su ánimo todo tipo de enfermedades ficticias, de ahí que ingrese en un sanatorio. Elena es una solterona, llena de manías y de hipocondría, que vive con una hermana mayor y una sobrina, y también cree que está a punto de morirse. Por lo que también acude al sanatorio. Ambos se conocen, se sienten atraídos y la pareja comienza a verse a escondidas de la familia, pero cuando ésta se entera, ven el idilio como un escándalo.


Eduardo y Antonina, un matrimonio entrado en años, están esperando, con la natural emoción, la llegada de su primer nieto. Pero ha habido un error en los análisis clínicos y la embarazada no es Pili, la hija del matrimonio, sino Antonina. O sea, que la cigüeña ha cambiado de dirección y en lugar de un nieto van a tener un hijo. Esta inesperada situación influye decisivamente en el carácter del morigerado y austero Eduardo, que comienza a vivir lo que él llama su "segunda juventud", cuando ya se consideraba jubilado para todo. Adaptación de la comedia teatral "La cigüeña dijo sí", de Carlos Llopis.


Una joven que pretende casarse con el hijo de un conde quiere refinar las costumbres de sus padres, gente de pueblo que se ha visto enriquecida de la noche a la mañana por la venta de sus tierras.


Don Rodrigo Quesada acude al banco para cobrar una pequeña cantidad de dinero cuando se produce un atraco. En la refriega, Rodrigo pierde su dinero y pide al banco que se lo devuelva. Pero el banco argumenta que no puede devolvérselo porque ha sido a él a quien se lo han quitado. Lo que no saben los banqueros es que Rodrigo no transige y no teme enfrentarse con quien sea cuando cree que tiene razón. Es una persona de ideas fijas que no para hasta conseguir todo lo que se propone, como conseguir que su mujer Doña Luisa quede de nuevo embarazada, a pesar de la edad de ambos, o que su única hija abandone la idea de hacerse monja.


Un viejo cura de ideas anticuadas es destinado a un barrio de los suburbios de Madrid. Allí, el clima revolucionario y el anticlericalismo dominante hacen fracasar todos sus intentos de apostolado. El Arzobispado le amonesta y le exige que renueve sus métodos, tomando como ejemplo a un joven sacerdote de una parroquia moderna. La aplicación en su barrio de lo que ha visto en esa parroquia desencadena episodios de lo más rocambolesco.


Cierto día, Cándida, Visi y Nieves, las tres hijas de Marcelino, un pastor sabio y afable de un pueblecito del Pirineo Aragonés, viajan a Madrid a probar fortuna. En la capital las tres mozas se casan, tienen hijos y se van olvidando de Marcelino. Inesperadamente, el buen hombre recibe una carta de Cándida en la que le invita a pasar una temporada en Madrid para que conozca a sus nietos


Un alcalde decide convertir un pequeño pueblo de Aragón en un gran centro turístico para promover así su desarrollo. Los focos de atracción serían las frutas y un castillo.


El taxista Antonio presume de sus hijos: Juan, que le ayuda con el taxi; Luisa, peluquera de señoras, Antoñito, que estudia para ser abogado, y Paloma, que será ama de casa. Lo que Antonio ignora es que sus hijos no son en absoluto como él cree. Cuando lo descubre sufre una gran decepción y se enfrenta a toda la familia. Como desde entonces nadie le dirige la palabra en casa, Antonio decide dejarlos para que descubran sus errores por sí mismos.

Agustín Valverde, viudo y hacendado sesentón aragonés, marcha a Madrid, donde se instala en casa de su hijo, un prestigioso médico casado con una modesta costurera. A la mujer todo el mundo la llama Luchy, desde que consiguiera su brillante posición social casándose con el Dr. Valverde. Pero al llegar a Madrid Agustín descubre que en la capital hay muchos más problemas que en su pueblo. Luchy se siente atraída por el ayudante del doctor. Sara, la nieta de Agustín, vive una vida frívola y desordenada con una pandilla de amigos estúpidos. Y hasta Filo, la empleada del hogar, tiene su correspondiente complicación

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